Recordando náufragos: Greg Buis

Algunos lo recuerdan como el primer comediante de la historia de Survivor, otros como uno de los competidores más extraños, y algunos como un simple tonto que se lució en la primera temporada, Survivor: Borneo.

Greg Buis indudablemente fue extraño. Greg fue brillante. Greg fue único. y por eso pasó a ser uno de los sobrevivientes más entretenidos de la historia del programa.

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Greg Buis fue el joven que hizo reir a varios de los náufragos en las remotas islas de Borneo, el que hablaba por un teléfono de coco con quién sabe quién, el que bailaba y cantaba por todo el campamento y el que no perdía oportunidad alguna para crear un chiste.

Y Sin embargo, para ser uno de los participantes de la primera edición, fue uno de los mejores jugadores. Tenía la capacidad para separar el juego de la vida en el campamento, y era tan bueno en eso que era casi aterrador. Y fue esa capacidad de cambiar su verdadero yo lo que atemorizó a Richard Hatch, y lo que le hizo ver en él una amenaza inminente, un némesis.

Richard sabía muy bien donde estaba parado, cuál era el rumbo de la competencia, y se dio cuenta de que no quería llegar cerca del millón de dólares con alguien como Greg a su lado. Porque Greg era un camaleón. Él podría ser quien quería ser. Él era excelente actuando en función de su particular humor.

Los momentos estelares

Greg tuvo sus quince minutos de fama en varios episodios de la temporada. Y el primero lo ganó cuando creó un coconut phone, un teléfono de coco, con el cual hablaba y hablaba y establecía largas conversaciones con ¡un coco!, mientras sus compañeros de tribu veían atónitos y riéndose.

Luego fue, en tal vez uno de los momentos mas extraños de Survivor, cuando Greg ganó un vídeo de un familiar enviado desde casa, donde su hermana tenía un mensaje de apoyo... y algo más. Lo gracioso, impresionante y extraño fue cuando la hermana comenzó a hacer chistes incestuosos sobre como extrañaba "sentirlo, tocarlo", y demás frases parecidas. Greg estalló en carcajadas, mientras sus compañeros de tribu no podían creer lo que escuchaban y veían.

Pero más allá de esto, su gran momento fue en el octavo consejo tribal, cuando Probst terminó de leer las papeletas y declaro a Greg como el eliminado con 6 votos. En ese momento, comenzó a llorar y patalear como un niño pequeño desde que tomó su antorcha hasta que desapareció entre las sombras, destrozando la seriedad de los consejos tribales, agregándole risas cómplices y a un Jeff Probst aguantando carcajadas.

Después de su eliminación y del show.

Gracias a que Richard Hatch vio en él una amenaza y a la estrategia de votación alfabética de Sean Kenniff, Greg se convirtió en el octavo eliminado y en el primer miembro del jurado en la historia de Survivor.

Al momento de votar por un ganador, Greg realizó una pregunta numérica: "Digan un número"... y le dió su voto a Richard por haber respondido con la cifra más alta. Lo dejó a la suerte y nada más.

Luego del show, lo último que se supo de él es que estaba trabajando para un proyecto televisivo donde haría "una exploración de las hierbas, plantas medicinales y los nativos expertos que aún sobreviven entre los indios de Mexico, Centro y Suramérica", además de haber participado como modelo para algunos anuncios publicitarios.